La Aldehuela, en Las Hurdes, celebra sus fiestas patronales
FÉLIX BARROSO GUTIÉRREZ
Los jurdanos conocen a la aldea o alquería con el nombre de "La Aldigüela". En el año 1734, el licenciado Ortiz Jarero, en su recorrido por el territorio jurdano, comentaba: "Media legua más arriba, más inclinada hazia el norte, está la alquería de la Aldigüela (la escribe tal y como la oiría pronunciar), al pie de un puerto que llaman de Esperaban, que sale a las Agallas, tierra del obispado de Ziudad Rodrigo, sobre un zerro entre montañas muy encumbradas".
Antiguo documento de la procesión, cuando las fiestas patronales eran el primer domingo de mayo.
Luego, el licenciado se detiene en glosar los inmensos bosques de nogales que rodean la población, cuyos frutos van a vender a tierras de Extremadura y de Castilla. También habla del "tabaco verdi" que siembran en sus huertos y que, una vez cortado y secado al sol, se mete en fardeles de lino, para "falagal-lu" posteriormente y fumarlo en unas curiosas cachimbas que los propios nativos se fabrican de las cepas del "berezu canu".
Numerosos arroyos, gargantas y chorreros se suicidan desde los altos del Puertu del Esperabán y del Cotorru de Loh Gorgollízuh y se precipitan sobre las espumosas, bravas y retorcidas aguas del río que lleva el mismo nombre que el puerto y que también bautiza a todo el valle, en el que se asientan otros caseríos. Por tan abruptos parajes, se descuelgan los casi desconocidos pero impresionantes "Chorru de loh Corralón" y "Chorrera de la Zambrana".
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José Luis Gómez de Cáceres, buen amigo nuestro, correteó por las calles de La Aldehuela en aquellos años en que un maestro atendía en la única escuela a más de 30 niños. Eran los años 70 del pasado siglo y aún la emigración no había azotado con saña al pueblo. Pero pronto vino el declive y dio en galopar el envejecimiento de la población. De tiempos atrás, la alquería tenía como principales fiestas religiosas las dedicadas a la Virgen de la Peña, San Francisco de Asís (ambas con cierta antigüedad) y a la Virgen de Fátima (relativamente moderna). Finalmente, acabaron turnándose la celebración de estas dos últimas fiestas cada primer domingo de mayo. A la Virgen de la Peña, la auténtica "diosa de los jurdanos", le rendían y le rinden tributo en la peregrinación que emprendían a pie o en caballerías (actualmente, en vehículos) a su santuario, a casi dos mil metros de altitud. Ahora, cuando ya hacía unos 20 años que estas fiestas se vinieron abajo, el Ayuntamiento de Pinofranqueado, a cuyo concejo pertenece La Aldehuela, con la colaboración del grupo senderista "El Cotorrón" y algunos hijos de la aldea, han sacado de las cenizas los festejos y volverán a recrearlos el último domingo del presente mes, 25 de junio.
A primeras horas de la mañana, apenas alzar sus pestañas el astro rey, se iniciará la ruta senderista Pinofranqueado-Aldehuela, que arribarán a las fiestas cuando ya esté abierta la barra comunitaria, donde podrán refrescar sus gaznates y saborear deliciosos aperitivos. Sobre las doce del mediodía, se celebrará la correspondiente misa y la solemne procesión, bajos los sones del tamboril y la gaita. Cuando al personal le suenen las tripas, se repartirá una gigantesca paella, como parte de una comida autogestionada y de hermandad. La charanga comenzará con sus acordes y no parará en toda la jornada, hasta que no quede un alma en pie y todos se hayan ido a dormirla. Es de esperar que las fiestas no decaigan y el amigo José Luis Gómez de Cáceres y la totalidad de los paisanos de La Aldigüela puedan seguir tirando la casa por la ventana en años sucesivos.
Cartel de la Ruta Senderista-2017 (Foto: Comisión organizadora)